Los cortes de la ternera y cómo sacarles provecho
La carne de vacuno es un alimento que en muchas familias resulta fundamental. No solo es una carne de excelente sabor, sino que también tiene propiedades nutricionales que son imprescindiblespara la regeneración celular de nuestro organismo. Pero existen muchos cortes y las diferentes partes de la ternera tienen características diferentes y se pueden consumir también de formas distintas. ¡Te descubrimos el mundillo!
Que sea de calidad
Uno de los puntos más importantes para obtener un buen plato con el mejor sabor es la calidad de la carne. ¿Cómo sabremos escoger la mejor pieza? Fijándonos en el color, el olor y la textura.
- Color. La carne de vacuno mayor está óptima cuando tiene un color rojo intenso, mientras que la ternera tenderá a un color más rosado.
- Olor. Cuando es de primera calidad, su olor es agradable y ligeramente dulzón. Evita las carnes sin olor o con olores desagradables.
- Textura. Se observa a simple vista. Cuanto más firme y menos rugosa es la carne, mejor. Los ejemplares de menor calidad tienden a la rugosidad en su carne y a ser más blandos.
Los cortes de vacuno
Igual que pasa con el cerdo, en nuestro país lo aprovechamos casi todo del vacuno. Hay más de veinte cortes diferentes, dependiendo de la zona del animal de donde se extraigan. Algunos están deliciosos cocinados a la brasa y otros, debido a sus características, son ideales para preparar caldos, por ejemplo.
Te los mostramos en esta gráfica y te explicamos lo más primordial de cada corte.
Algunos de los cortes más comunes son:
- Aguja. Esta pieza se sitúa entre las dos espaldillas del vacuno. Se trata de una carne tierna y bastante jugosa, que nos quedará buenísima en guisos y estofados, aunque también se pueden hacer filetes para ponerlos a la plancha.
- Pez. Sí, habéis leído bien. Este curioso nombre se le da a una pieza alargada muy jugosa, sin nervios y sin apenas grasa, que es perfecta para asar, guisar o rellenar.
- Culata de contra. Una pieza que es también bastante jugosa y tierna, aunque presenta algún tejido tendinoso. Con ella puedes hacer filetes, brochetas o un buen guiso.
- Cadera. Si te apetece un asado, esta es una pieza ideal para prepararlo. Jugosa y con poca grasa.
- Lomos alto y bajo. Considerados como “categoría extra”, los lomos son tiernos y están deliciosos cocinados a la plancha, a la parrilla o al horno. Son los típicos entrecots de toda la vida.
- Solomillo: Es la parte más noble de toda las piezas que conforman la ternera. Considerado como categoría extra, es la carne más tierna de todas y con menor índice de grasa.
- Costillar. Esta zona del animal es muy popular en barbacoas y churrascos. O, si os apetece, también se pueden asar al horno.
- Llana. Se trata de una carne fibrosa, pero de muy alta calidad y gran sabor. Se utiliza en platos donde predomina la intensidad de la carne, como el ragú o el steak tartar.
Y si lo que quieres es preparar un caldo, pídele a tu carnicero/a un pescuezo, un rabo de ternera o pecho, todas opciones fantásticas para ese uso.
Nutrientes de todo tipo
La ternera, como todas las carnes, contiene una buena dosis de proteínas. Aun así, también puede presumir de otros nutrientes que hacen que, consumida con moderación, esta carne sea una excelente opción en nuestro menú.
Es rica en minerales como el zinc, el calcio y el hierro, por lo que es recomendable para los casos de anemia. También encontraremos multitud de vitaminas del grupo B, esenciales para el funcionamiento de nuestro organismo. La vitamina B12, por ejemplo, solo la encontramos en alimentos de origen animal y participa en la síntesis del ADN y en la regeneración de tejidos. También encontraremos la B1, B2, B3, B6 y A.
Ahora que conocéis los secretos de esta deliciosa carne, podéis incluirla en vuestros menús sabiendo que lo estáis haciendo de la mejor manera.
Eso sí, ¡siempre con moderación y sin abusar!