Trucos de Feng Shui para tu casa
¿Te hablan de Feng Shui y te suena a chino? Pues esto debe acabar: el Feng Shui es una forma milenaria de decorar para que la energía fluya en tu casa.
¿Quieres saber cómo llevarlo a cabo? Aquí tienes una lista de trucos:
Todo en orden
La filosofía del Feng Shui es conocida por basarse en la simplicidad y el minimalismo. Es decir, se deben tener las cosas que se usan y las que se necesitan, ni más ni menos. Esta tarea es bastante difícil si quieres ponerla en práctica pero lo cierto es que el orden y la limpieza son uno de los pilares principales del Feng Shui.
Intenta simplificar tu vida al máximo de cosas materiales y verás cómo te relajas. Aunque parezca mentira, tus cosas ocupan espacio en tu casa pero también en tu mente. ¡Harás limpieza 2 en 1!
Y si eres de los nostálgicos que no quieren tirar las notas del colegio tenemos un truquito que te encantará: haz una foto a aquel recuerdo que quieras conservar y después dónalo, tíralo, véndelo… Sentirás que el recuerdo sigue contigo pero sin ocupar espacio.
Decoración y ubicación de los elementos
El Feng Shui se basa en el concepto de energía del Ying y el Yang , que se revelan a través de los elementos naturales, es decir, el fuego, el agua, el aire, la tierra y el metal. Teniendo esto en cuenta y sabiendo que la idea es que fluya la energía, tenemos algunos consejos para que lleves a cabo:
- En el comedor: intenta que la mesa sea redonda u ovalada, esto hace que la energía fluya mejor. Procura también que sea de colores claros y evita el cristal o el mármol para la mesa.
- En la cocina: separa los elementos. Es decir, todo lo relacionado con el agua (grifos, lavavajillas, lavadora, nevera…) por una parte y todo lo relacionado con el fuego (fogones, hornos, microondas…) por otra. Vamos, que no pongas el grifo al lado de la vitro.
- En el dormitorio: nunca pongas el cabecero de la cama (preferiblemente de madera) en una pared que tenga una puerta o una ventana. El cabecero debe descansar sobre una pared firme.
- Que se haga la luz. En la medida que te sea posible, abre las ventanas, sube las persianas, deja que la casa se ventile y que la luz invada cada estancia, incluida el baño (si puedes).
Espejito, espejito…
Para el Feng Shui los espejos están relacionados con el elemento del agua y, por eso, hacen que la energía “fluya”. Así, tener un espejo en un lugar donde quieras que “fluyan cosas” es una buena idea. Por ejemplo, en el salón, donde quieres que “fluya” la comunicación cuando vienen visitas.
No obstante, hay una gran teoría acerca de cómo colocar y cómo no colocar los espejos según el Feng Shui:
- Nunca frente a la puerta, ya que la energía “rebota” y sale de la estancia
- En la entrada, coloca el espejo en alguna de las paredes laterales
- En un pasillo largo y estrecho, coloca un espejo para que la energía se mantenga en esa zona de la casa también
- No uses un espejo roto, con alguna esquina despuntada o algún defecto por el estilo (esto es extrapolable a vajillas, vasos, etc)
- No cuelgues espejos uno encima de otro o demasiado juntos
Esperamos que este mini resumen te haya hecho picar la curiosidad sobre el mundo del Feng Shui y ahora quieras que las energías circulen libremente por tu casa. ¿Probarás alguno de estos trucos?