Claves para triunfar cocinando al estilo asiático (II)
¡Seguimos con el concurso #CondisCookAsia, en nuestro Facebook Condislife! En el post anterior iniciamos una pequeña guía para que os podáis convertir en unos expertos en la cocina asiática, hablándoos del arroz, los fideos y el sushi. Ahora ampliamos, para que acabéis de perfeccionar técnicas y de conocer algunos trucos para abordar este tipo de cocina con éxito. Y, de paso, para que participéis en el concurso y optéis a conseguir alguno de los premios. ¡Allá vamos!
La tempura, el frito más ligero
La tempura es conocida por ser el método de fritura más sano y ligero, cuya receta es extremadamente sencilla. Consiste en una mezcla de agua con gas, preferiblemente fría, y harina de arroz.
Para conseguir una tempura perfecta no mezcléis muy bien los ingredientes, de manera que queden algunos grumos, y mantened la masa fría hasta el momento de freír. Esto último también debe hacerse con las verduras o el marisco que vaya a utilizarse, ya que así se produce un “shock térmico” que hará que el resultado sea más crujiente.
Con ese mismo objetivo, y con tal de evitar que los ingredientes absorban demasiado aceite, la temperatura de éste debe ser muy elevada (unos 180⁰C) y mantenerse así, de manera que no intentéis sobrecargar la sartén.
Lo más utilizado suelen ser zanahorias y calabacín cortados en palitos, berenjena y champiñones en rodajas, alcachofa pelada, cebolla troceada… También podéis utilizar la tempura para preparar mariscos como gambas o langostinos. Cocinad estos últimos durante unos pocos minutos; para las verduras, unos segundos bastarán.
La técnica wok hei
Esta técnica consiste en una cocina a fuego muy alto y durante un periodo corto de tiempo que se realiza en una sartén especialmente profunda llamada wok, de ahí el nombre. Se saltean los alimentos mediante movimientos constantes, de manera que se cocinen equitativamente y conserven su sabor y olor.
Como se trata de una cocina a altas temperaturas, se suele precalentar el wok durante uno o dos minutos, hasta que empiece a salir un poco de humo. Una vez esté caliente y nunca antes de ello, se añade un poquito de aceite.
Debido a la rapidez de cocción, conviene que tengáis los ingredientes preparados de antemano, habiéndolos cortado a trozos del tamaño de un bocado para conseguir que se cocinen todos de manera regular. Añadid primero los que requieran más tiempo e id añadiendo los demás siguiendo ese mismo criterio. Por último, incorporad la salsa que vayáis a utilizar.
Una de las ventajas del wok es que no tenéis que limitarlo a la técnica wok hei. También podéis utilizarlo para freír o incluso cocinar al vapor, con la ayuda de una rejilla y una tapa.
Ahora que ya tenéis todas las claves para los platos más típicos de la gastronomía asiática, ¡manos a la obra!