Pedaleando desde el siglo XIX, ¿quién inventó la bicicleta?
800 millones de bicicletas son utilizadas diariamente en el mundo. Muchas personas que disfrutan para su ocio o trabajo de uno de esos instrumentos aparentemente sencillos que en realidad esconden grandes innovaciones.
Ruedas, pedales y manillar son los elementos básicos por los que identificamos una bicicleta hoy; sin embargo, no todos se unieron a la vez cuando a principio del siglo XIX, el barón alemán Karl Christian Ludwig Drais von Sauerbronn inventó el primer vehículo de dos ruedas, al que llamó laufmaschine, máquina andante, en alemán. Y sí que era andante, pero quien en realidad andaba era quien la montaba porque este “embrión de bicicleta” no tenía pedales y era la persona quien le daba impulso con sus propios pies. Tuvieron que pasar 50 años para que la bicicleta llevara pedales. La autoría de este avance está disputada entre un francés, Pierre Michaux, y un escocés, Kirkpatrick Macmillan, pero quien se llevó en realidad la fama durante muchos años del invento fue otro escocés, Gavin Dalzell, quien lo difundió tan ampliamente que fue considerado durante cincuenta años el inventor de la bicicleta.
Ya en el siglo XIX parece que teníamos prisa por llegar a los sitios y necesidad de confort. Para solucionar lo primero, las ruedas delanteras de las bicicletas se hicieran cada vez más grandes y las traseras más pequeñas, lo que aportaba velocidad aparte de una estética entre curiosa, imposible y romántica. Las dos ruedas volvieron a igualarse de tamaño al incorporar al invento el cuadro metálico y la cadena que unía la pedalera libre con la rueda trasera. Para solucionar lo segundo, ya a final de siglo, un inglés aficionado al ciclismo, John Boyd Dunlop, inventó una cámara de tela y caucho, que se inflaba con aire y se colocaba en la llanta. Hombre de negocios, además mejoró el invento y para evitar pinchazos, incorporó una cubierta también de caucho. Ya tenemos la bicicleta moderna completa.
Las innovaciones no paran y en el siglo XXI, lo que le pedimos a nuestros medios de transporte es que se adapten a nuestro estilo de vida, reduzcan la contaminación y cuiden del medioambiente, pero no a costa de tanto sudor pedaleando. De ahí que lo último que hemos conocido es la bicicleta eléctrica con conexión a Internet. ¡Aprovechemos aún que esta bici es un prototipo y escapémonos desconectados!
Pedalear es hoy una de las “opciones de ocio” que eligen las familias. Podemos encontrar un montón de rutas especialmente diseñadas para hacer en bicicleta para todas las edades y destinos, no sólo en la naturaleza, sino también en entornos urbanos. Cada vez más ciudades incorporan carriles bici a sus calles y más iniciativas surgen impulsadas por organizaciones, como el Bicicleta Club de Catalunya.
Desde un fin de semana hasta unas vacaciones completas sobre ruedas, nos proporcionarán además un doble beneficio: no contaminamos y hacemos ejercicio. Visto así, ya no tenemos excusa para que la bici siga teniendo polvo en el trastero o no haberla actualizado desde que nos pedimos la primera en la carta de los Reyes Magos. Podemos ponernos como reto personal convertir en 800.000.001 las bicicletas que se usan en el mundo cada día. Es cuestión de empezar a pedalear.