MINDFULNESS ¿QUÉ ES Y CÓMO PUEDE AYUDARTE EN EL CONFINAMIENTO?
Inquietud, incertidumbre y situaciones nuevas que no controlamos. Shhhh, es el momento de volver al equilibrio. ¿Y cómo? Con Mindfulness, una técnica de relajación que solo nos pide vivir en el momento presente.
Mindfulness tu coach mental en el confinamiento
¿Crees que será difícil de practicar, verdad? Te equivocas, es más sencillo de lo que crees. El Mindfulness es una práctica de atención enfocada que ayuda a calmar la mente. Te lo explicamos.
El Mindfulness NO es…
El primer paso es quitarte los prejuicios de la cabeza. Aquí tienes una breve lista de lo que NO es el Mindfulness:
- No se trata de quedarte quieto como una planta sin hacer nada.
- No tendrás que decir OHMMMMMM.
- No es una religión o una práctica de yoga.
4 pasos para una sesión de Mindfulness en casa
Sigue estos pasos durante 5-10 minutos al día y empieza a decir adiós al estrés:
1) Ponte cómodo en un espacio en silencio
Siéntate en una postura cómoda. Puedes hacerlo en el suelo, en una silla o incluso puedes estírate en la cama.
2) Márcate un objetivo y ¡motívate!
Pregúntate por qué quieres meditar. ¿Para reducir la tensión o el estrés? ¿Para mejorar tu estado de ánimo? ¿Para renovar tus pensamientos? Si sabes por qué quieres meditar, podrás evaluar si la práctica ha sido efectiva al finalizar.
3) Cierra los ojos y fíjate en la respiración
Al cerrar los ojos y no tener ninguna distracción, puedes desconectar del exterior para centrar tu atención en la respiración. Obsérvala y no la cambies, solo fíjate si es lenta o rápida.
Ancla tus pensamientos en la respiración, en visualizar como entra el aire por las fosas nasales, llena tus pulmones y abdomen, y al exhalar los vacía. Focaliza tu atención en el movimiento que realiza la respiración. Y, si quieres un paso más allá, céntrate en las emociones que te producen las respiraciones.
4) El pensamiento intenta ganar a la respiración
Seguro que al principio, te distraes más a menudo, pero todo es cuestión de práctica. Cuando vuelvan a tu mente los pensamientos o te distraigas por un sonido, tú vuelve a llevar tu atención a la respiración. ¡Vuelve a anclarte en la respiración!
¿A que no es tan complicado? Aunque nadie dice que sea fácil desconectar. Así que, ¡entrena tu mente cada día! Ofrécele el descanso que se merece.