Tipos de aceites y su uso en la cocina
Cada vez hay más variedades de aceites para cocinar y preparar los alimentos. Para escoger unos u otros, es importante considerar el sabor, las propiedades nutricionales, etc. Hoy en el blog os recomendamos cómo utilizar unos aceites u otros, según la ocasión.
Aceite de oliva: El básico de la cocina mediterránea extraído de la prensa de olivas, su sabor es fragante y aromático. Nos aporta grasas mono insaturadas o también conocidas como Omega-9, un tipo de ácido graso que no perjudica la salud de nuestro corazón y aumenta el colesterol bueno de nuestro cuerpo. En su versión regular este aceite es perfecto para saltear y hornear, pero el aceite de oliva virgen extra se puede utilizar para marinar, saltear, hacer aderezos o salsas, para pastas, sopas, cremas o carnes.
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Aceite de girasol: Es uno de los aceites más utilizados en la cocina ya que es el perfecto multiusos. Se extrae de las pipas de girasol, es ligero y apenas tiene sabor, por lo que lo hace perfecto para freír, saltear u hornear sin que cambie nuestra receta. Como el aceite de oliva, contiene Omega-9 además de Omega-6, una grasa esencial para el sistema nervioso y muy recomendable para personas con estrés, nerviosismo o ansiedad.
Aceite de aguacate: Este tipo de aceite se extrae de la prensa directa de la fruta, a diferencia de otros aceites que se obtienen de las semillas, y tiene un ligero sabor a aguacate. Tiene unas propiedades muy parecidas al aceite de oliva, pero es más efectivo contra enfermedades cardiovasculares. Puedes añadir este aceite a tu alimentación añadiéndolo a ensaladas, hummus, salsas para dipear, patés, ensaladas y platos fríos o templados en general. ¡También puedes usarlo en tu piel como tratamiento de belleza!
Aceite de sésamo: Es uno de los aceites más populares en el continente asiático y se extrae de la prensa de las semillas de sésamo tostado. Su sabor es muy aromático y fuerte, recuerda a la nuez tostada. Es recomendable utilizarlo en muy poca cantidad por su fuerte sabor y es perfecto para cocinar wok, aderezar sopas o ensaladas, e incluso puedes utilizarlo como sustituto del tahini (pasta de sésamo) para hacer hummus. Aporta una gran cantidad de grasas poli insaturadas, más conocidas por Omega-3, un tipo de ácido graso que nuestro cuerpo no genera naturalmente, por lo que hay que suplirlo a través de la dieta. Este componente es un agente anti arrítmico y eso lo convierte en el ácido graso más eficaz para prevenir enfermedades cardiovasculares graves o colesterol alto.
¿Verdad que no sabías que el aceite podía ser tan beneficioso para nuestra salud en cantidades moderadas? No tengas miedo a innovar en la cocina y dale un toque especial a tus recetas.