Huertos urbanos: salud y entretenimiento
¿Te imaginas comerte una ensalada con tomates, lechuga, cebollas y zanahorias cultivados por ti mismo en la terraza, el balcón o el jardín de tu casa? Los huertos urbanos son una manera entretenida de criar de forma ecológica y natural las hortalizas, frutas y plantas para consumo de nuestra familia.
¿Dónde?
Cuando nos planteemos hacer un huerto en casa tendremos que tener en cuenta que debe estar ubicado en la zona más soleada, para asegurarle un mínimo de cinco o seis horas diarias de sol durante todo el año. Si tenemos un jardín espacioso donde dedicar una parcela importante de terreno a plantar tomateras, habas, sandías o lechugas, deberemos separarla del resto de vegetación para evitar plagas y enfermedades.
El cultivo en recipientes como macetas rectangulares, cajas o jardineras así como las mesas de cultivo –ideales para las personas mayores al evitar que tengan que agacharse- es la manera habitual de cultivar un huerto en una terraza o en el balcón de casa.
Herramientas
Además de la tierra abonada, las semillas y el agua para regar, necesitaremos una serie de herramientas básicas cuyas características vendrán determinadas por el tamaño del huerto y si éste está sobre la misma superficie o en recipientes. Una azada o azadón, un rastrillo, una pala, una laya, un amocafre y una regadera son los utensilios básicos para trabajar un huerto.
Rotación de cultivos
Una buena gestión de tu huerto te permitirá tener alimentos durante los 365 días del año. Para ello debes tener en cuenta el tipo de plantas a cultivar en cada época del año para asociarlas y rotarlas correctamente y así sacar el máximo rendimiento a los nutrientes de la tierra y asegurar la fertilidad del terreno.
En la asociación de cultivos combinaremos plantas que necesiten la misma temperatura y riego pero cuyas raíces tengan necesidades diferentes y crezcan de manera diversa. Un ejemplo de asociación podría ser el puerro (crecimiento vertical), la lechuga (crecimiento horizontal), el rabanito (crecimiento rápido) y la zanahoria (crecimiento lento). En este enlace verás diferentes asociaciones para tu huerto.
La rotación consiste en ir alternando en una misma parcela plantas con necesidades nutritivas diferentes durante diversos ciclos a lo largo del año, para evitar así el agotamiento de la tierra y que las enfermedades se perpetúen.
Siembra
Por último, la siembra se puede realizar directamente en la tierra –ideal para judías, guisantes, habas, zanahoria, espinacas- o en semilleros hasta que germinen y se pueda trasplantar la planta hacia el lugar del huerto donde crecerá. Este segundo método es el que se usa en hortalizas como la calabaza, la lechuga, el melón, el pimiento o el tomate.
Riego
Regar con la frecuencia que requiera cada tipo de planta y mantener la tierra hidratada, revisar la plantación para detectar larvas y enfermedades y podar las hojas viejas son las tareas que deberás ir haciendo con regularidad hasta que el fruto haya madurado y esté listo para llevarlo a la mesa.
MÁS INFORMACIÓN
Fuentes:
Foto 1: http://logicaecologica.wordpress.com/2013/08/26/comienza-tu-huerto-urbano/
Foto 2: http://plantas.facilisimo.com/huerto-urbano
Foto 3: http://vertiflor.com/tenda/products.php?45&cPath=16