Combate la astenia primaveral con alimentos que suben los ánimos
Seguro que has oído hablar en muchas ocasiones de la “astenia primaveral”. Pero, ¿sabes exactamente qué es? Según el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, “la astenia es una sensación de fatiga y debilidad generalizadas cuyos síntomas son muy diversos. Los más frecuentes son: alteración del estado general, fatiga intelectual con dificultad de concentración, trastornos de la memoria, trastornos del sueño y alteraciones del apetito”. La misma institución explica que “se presenta especialmente entre los 20 y los 50 años, y afecta más a mujeres que a hombres. Y la primavera es la época del año con un mayor número de personas afectadas”.
Leve y de corta duración
A pesar de que esta sensación de decaimiento puede llegar a tener una relativa alta incidencia entre la población, la llamada astenia primaveral no es considerada una enfermedad por los médicos: es de carácter leve, y remite al cabo de pocos días sin necesidad de ningún tratamiento. Sin embargo, a veces la astenia puede ser un síntoma de enfermedades como la depresión o la anemia. En estos casos, la falta de fuerzas o el resto de molestias asociadas a la astenia serán de duración más larga, y entonces es absolutamente necesario consultar a un médico.
Pero, ¿por qué se produce la astenia primaveral? Hay quien relaciona la astenia con una disminución de las endorfinas, la llamada hormona de la felicidad, pero no existen estudios científicos que apoyen una relación directa entre ambas cosas. Lo más plausible es que la fatiga se deba a que nuestro cuerpo debe adaptarse a las nuevas condiciones de luminosidad y de temperatura, a los cambios en la humedad y la presión atmosférica. Contribuye también a alterar a algunas personas el cambio horario, que supone desplazar la hora de las comidas, del trabajo y otras actividades. Los procesos alérgicos, también habituales en esta época del año, pueden ser otros causantes de malestar físico y anímico. En cualquier caso, la astenia vinculada al cambio de estación es un trastorno temporal que no debería durar más de algunas semanas.
Si la llegada de la primavera te tiene un poco alterad@, los médicos y expertos en salud recomiendan seguir estas pautas, como forma de recuperar el ánimo y la forma física:
- Respetar las horas de sueño (8 horas diarias) y acostarse y levantarse llevando un horario ordenado y más o menos fijo. Las primeras horas de sueño son fundamentales, y si te acuestas excesivamente tarde, aunque no madrugues, el descanso es menos reparador.
- Realizar ejercicio físico moderado.
- Una dieta saludable, rica en verduras, frutas y cereales. También se aconseja llevar horarios ordenados en las comidas, así como empezar el día con un desayuno completo, y terminarlo con una cena ligera.
Alimentos “energéticos”
Existen algunos alimentos que nos ayudan en momentos de “bajón”, especialmente aquellos que incrementan nuestros niveles de serotonina, un neurotransmisor que influye de forma directa sobre los estados de ánimo. Cuando los niveles de serotonina son adecuados, tu cerebro es capaz de producir emociones y pensamientos positivos, mientras que cuando son demasiado bajos predomina la negatividad.
Existen alimentos que contienen en sus proteínas un aminoácido llamado triptófano, que ayuda a regular los niveles adecuados de serotonina en el cerebro. Así, si estás con pocos ánimos, te convendrá añadirlos a tu dieta. Son estos:
- Hidratos de carbono: pastas y arroces.
- Productos lácteos.
- Huevos.
- Vegetales, frutas frescas, cereales integrales y legumbres, como la soja y todos sus derivados, que además poseen mucha fibra, ideal para contrarrestar la ansiedad.
- Frutos secos: nueces, almendras, avellanas… que poseen triptófano en su composición química.
- Pescado y pollo.
Y evita el consumo de alcohol, ya que deprime el sistema nervioso central.
Si pasado un tiempo razonable, lo que creías astenia primaveral no remite, tienes que acudir a tu médico. En ocasiones, podría ser un síntoma de depresión, estados de ansiedad u otros trastornos psíquicos o físicos que deben ser tratados y diagnosticados. Cuando la sensación de cansancio se prolonga durante más de seis meses, también puede darse que estemos ante un caso de fatiga crónica. Por eso, no dejes de visitar a un profesional para que resuelva cualquier duda que tengas al respecto.