Lentejas ligeras con chorizo de Pavo. El sabor de antaño con menos grasa.
Ahora que el frío del invierno se ha decidido a hacer acto de presencia y que parece que por fin van a caer esas lluvias tan necesarias para que nuestros campos den su fruto, es fácil que nos vengan a la memoria los reconfortantes guisos que hacían nuestras madres y abuelas, muchos de los cuales han caído en el olvido debido a su compleja elaboración y a su alto contenido en grasas. ¿Es posible recuperarlos simplificando su preparación y reduciendo su aporte calórico? Claro que sí.
Los guisos de legumbres acostumbran a ir asociados al chorizo, la morcilla, el jamón y la carne de cerdo, pero esto no tiene que ser siempre así, podemos preparar excelentes platos de legumbres si escogemos las especias y verduras adecuadas para darles todo el sabor y usando embutidos de pavo que apenas tienen grasa.
Receta de lentejas con chorizo de pavo
Estos son los ingredientes que necesitaremos para preparar un exquisito guiso de lentejas para cuatro personas:
½ Kg. de lentejas (dejadas en remojo en agua fría durante toda la noche)
2 litros de agua o caldo
1 cebolla mediana
1 puerro pequeño
2 tomates
1 calabacín pequeño
2 zanahorias
1 patata pequeña
1 hueso de jamón (opcional)
2 chorizos de pavo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
1 hoja de laurel
1 cucharada de pimentón dulce
1 ajo
1 rama de perejil
En una olla grande puesta a calentar echaremos un chorrito de aceite de oliva y la cebolla picada muy fina e iremos removiendo para que no se queme. Conforme vamos cortando el puerro, el tomate, el calabacín, la zanahoria y la patata (por este orden), las vamos añadiendo a la olla para que se rehoguen. Si queremos cocinar sin nada de grasa, podemos cocer en un dedo de agua las verduras o en el jugo de un tomate rallado, para que pochen lentamente sin necesidad de aceite. Finalmente añadimos la hoja de laurel, removemos bien y echamos las lentejas, el agua y la sal y dejamos hervir, una hora y media, aproximadamente. A la media hora de cocción añadimos el chorizo de pavo y el hueso de jamón (opcional) y quince minutos antes de que finalice, añadiremos una picada de ajo, perejil y pimentón dulce.
También podemos pedir consejo a nuestro carnicero para saber qué carne de pavo o pollo podemos incluir en el guiso para darle más sabor sin añadirle grasas.
Este plato se puede hacer con judías o garbanzos y añadirle prácticamente cualquier otra verdura: espinacas, setas, acelgas, pimientos, calabaza, brócoli, col… Los nutricionistas señalan que es importante incluir legumbres en nuestras comidas pues representan un aspecto fundamental de la dieta mediterránea.
¿Qué ponemos de menú? Dependiendo de nuestras necesidades energéticas, un guiso de legumbres puede funcionar perfectamente como plato único por su aporte de hidratos de carbono y proteínas. Si deseamos un segundo plato podemos hacer una merluza a la plancha con ensalada o una caballa en escabeche que podemos tener guardada en la nevera durante unos días.
Para beber: debido a su consistencia, este menú puede acompañarse con un vino rosado, con un tinto joven o también con agua.