Nuestra zona más íntima en el hogar: el dormitorio
Descansar bien es necesario para poder rendir al día siguiente y además sentirse bien. Como en el cuento Una Verdadera Princesade Hans Christian Andersen (también conocido como “La princesa y el guisante”), cualquier mínima cosa fuera de su lugar puede perturbar nuestro sueño y no dejarnos dormir bien. Tratar nuestro dormitorio como un santuario del sueño es algo primordial para poder amanecer frescos como una rosa y de buen humor.
No todas las noches son iguales ni todas las personas consiguen dormirse con la misma facilidad pero hay pequeñas cosas que pueden hacerse para coger el sueño pronto y no dar vueltas en la cama, entre ellas, buscar una pauta para dormir plácidamente cada noche no es una mala idea. Un cambio en la dieta, en las horas de sueño o incluso en los aromas de nuestras ropas puede ser el paso suficiente para descansar toda la noche y levantarnos con mucha energía para el nuevo día.
Si nos sentimos llenos antes de acostarnos, no lograremos dormir en seguida. Tenemos que darnos tiempo para hacer la digestión, por lo tanto, es recomendable cenar ligero y temprano para poder conciliar el sueño. Si estamos intranquilos antes de acostarnos por haber tenido un día duro o con mucho estrés, probablemente nuestro cerebro continuará pensando en las soluciones que podríamos haber encontrado para resolver los conflictos del día. La actividad de nuestro cerebro también nos impedirá dormir. Aunque pueda parecer que descansar es simplemente dejarse llevar, podemos prepararnos cada día para relajar el cuerpo y desconectar nuestra cabeza de forma consciente y así asegurarnos de que descansamos y nos regeneramos para la siguiente jornada. Crear un ambiente apropiado en el dormitorio puede ayudarnos a conseguirlo:
- una infusión de tilo o de manzanilla entre 30 minutos y una hora antes de acostarnos nos ayudará a aliviar nuestra mente de los pensamientos que no nos dejan conciliar el sueño, tanto por sus propiedades sedantes como porque además nos ayudará con la digestión.
A tener en cuenta: La manzanilla también lleva Vitamina C por lo que además nos ayudará a prevenir los resfriados tan propios de esta época del año.
- un ambientador con olor a vainilla puesto en la habitación unos 15 minutos antes de ir a dormir hará que la atmósfera de nuestro dormitorio sea más relajante y con ello nuestro cuerpo y mente se sentirán más tranquilos.
El ruido de los vecinos o de la calle nos puede jugar también una mala pasada a ciertas horas de la noche, por ello muchas personas optan por usar tapones para los oídos para disminuir estas pequeñas molestias. Acompañar el momento de preparar la cama con un poco de música tranquila, como el Claro de Luna de Beethoven, por ejemplo, nos ayudará también a relajarnos y preparar en la habitación la situación perfecta.
También la luz entrando por la ventana o por la rendija de la puerta puede dificultarnos el descanso. Para remediarlo, la pieza que complementará el camisón o el pijama será un antifaz. Aromatizándolo con detergente para prendas delicadas con olor a rosa o a lavanda, conseguiremos relajarnos y liberar un poco de estrés, gracias a sus propiedades calmantes.
Otro truco: si lavamos nuestra ropa de cama y pijamas, incluso las cortinas y las zapatillas de estar por casa, con el mismo jabón que el antifaz la sensación de calma será doble y te sentirás reposando entre flores.
Con algo tan sencillo como utilizar detergentes y ambientadores con aroma a flores en nuestro dormitorio podremos dormir como auténticos príncipes o princesas y de esta manera nos levantaremos con una sonrisa de oreja a oreja y sin ojeras.