Un manjar delicioso: el jamón
Que el jamón es un alimento exquisito no hace falta decirlo porque se nos hace la boca agua solamente de pensar en él. Pero sus virtudes no están únicamente en su delicioso sabor, el jamón es también un alimento sano, nutritivo, energético y beneficioso por muchos motivos.
El jamón serrano es rico en hierro, zinc, calcio, fósforo, magnesio, vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B6 y vitaminas del grupo D, por eso su valor nutricional es muy alto.
Entre los muchos beneficios que nos aporta, podemos destacar que es un buen aliado para la prevención de la osteoporosis, precisamente por su alto contenido en hierro. Los nutricionistas lo recomiendan en la alimentación de niños y adolescentes porque ayuda a prevenir, tanto en hombres como en mujeres, la osteoporosis cuando nos hacemos mayores.
Sin embargo, el jamón tiene mucha importancia en la dieta de niños y jóvenes también por otro motivo: su elevado contenido en zinc ayuda a desarrollar y fortalecer el sistema inmunológico. Contribuye a un crecimiento adecuado y un desarrollo correcto del organismo. Es un alimento que potencia la fuerza muscular y la coordinación manual y visual cuando somos adultos.
El jamón serrano, el jamón ibérico, es uno de los alimentos imprescindible en la Dieta mediterránea. Son dos tipos distintos de jamón según se elaboren de cerdos blancos o cerdos ibéricos (negros), respectivamente. Los jamones serranos vienen de cerdos criados con cereales y tienen que tener una curación mínima de 9 meses para que tengan la certificación del Consorcio Serrano. El jamón ibérico viene de curar cerdos ibéricos que se crían exclusivamente en el oeste y sudeste de España, alimentados con bellota, hierba, pasto y en el caso del recebo, con parte de cereal.
Nutritivo, energético, beneficioso para la prevención del colesterol y, claro está, un manjar excelente. Se puede consumir como desayuno (muy típico en Catalunya y en otras áreas del Mediterráneo), en la comida, merienda o cena, combina muy bien con todo tipo de alimentos como verduras, patatas, ensaladas, incluso como acompañamiento, complemento y guarnición de carnes y pescados. ¿Se puede pedir más?
Podemos comprar el jamón al corte, por ejemplo en lonchas, en cintas o en taquitos. Delicioso y listo para comer. Sencillo, sano y fácil.
Pero si compramos piezas enteras (jamones o paletillas) nos enfrentamos a un reto que no siempre es fácil: cortar el jamón. Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejamos un vídeo que explica la técnica para cortar bien un jamón. Y cortar bien un jamón quiere decir que lo vamos a aprovechar mucho más y lo vamos a saborear mucho mejor.
Buen provecho!