Cómo hacer que la dieta vegana no sea aburrida
¿Quién dijo que la dieta vegana tiene que ser aburrida? Si crees que el veganismo se basa solo en cuatro ensaladitas y alguna crema de verduras en este artículo descubrirás que es todo lo contrario. Y aprovechando que hoy, 1 de noviembre, es el Día Internacional del Veganismo, en este post te contamos cómo seguir una dieta vegana sin aburrirte.
3 claves para ser vegano sin aburrirse
De todo un poco, menos comida que proceda de un animal, claro está. Pero sí, aunque no lo creas, una dieta vegana puede ser también muy equilibrada. ¿Cómo? ¿No sabes cómo conseguirlo? Pues aquí te damos las claves para una alimentación vegana y variada:
- Legumbres: Te aportan proteínas vegetales, hidratos de carbono, fibra, minerales y vitaminas.
- Verdura congelada: Es muy útil en caso que seas la única persona vegana en casa, ya que te permite tener siempre a mano una porción para cocinar y guardar el resto.
- Hortalizas de larga duración y de temporada: calabacín, pepino, tomate, lechuga, cebolla y calabaza… ¡Pues será por hortalizas! Si no la has probado, te recomendamos la col kale: es muy interesante a nivel nutricional ya que aporta más calcio por caloría que la leche y más hierro por caloría que la carne de vacuno.
- Fruta: Obtienes fibra y vitaminas con propiedades antioxidantes.
- Frutos secos: Son energía y grasas saludables. Los puedes consumir como añadido en un desayuno, comida o cena e incluso como alimento para picar entre horas. ¿No se te ocurren recetas con frutos secos? Pues aquí va una: humus de pistachos: solo necesitas garbanzos cocidos y pistachos puestos en remojo la noche anterior. Bátelos con zumo de limón, comino, sal, polvo de cardamomo, aceite y hojas de menta. Añade agua o líquido de conserva hasta que quede cremoso. ¡Delicioso!
- Especias: Le dan un toque de color y sabor a los platos (y te permiten no abusar de la sal).
- Aceites aromatizados: Aromatiza cualquier aceite con una infusión de ajo, hierbas… Igual que con el uso de especias, alegrarás el sabor de tus comidas.
- Condimentos picantes: De igual manera, si te gusta el picante, esta es una opción para amenizar la dieta.
- Cereales: Es un mundo muy amplio y a menudo desconocido. Además de la pasta y el arroz, tienes la quinoa, el centeno, el sorgo, la espelta, el bulgur, la avena… Puedes elaborar muchísimas recetas combinándolos con verduras frescas. ¡Innovación en tu cocina!
Y hablando de innovación… Inventar recetas nuevas es una gran idea para amenizar la dieta vegana. Hay personas que creen que para ser vegano hay que estar todo el día comiendo lechuga, quinoa y tofu y que no volverán a comer “comida normal”. Nada más lejos de la realidad. Tienes muchas opciones para crear tus propias recetas:
- El seitán, el tempeh o el tofu pueden cocinarse de mil maneras; salteados, rebozados, en sopa…
- Con lentejas, espinacas o soja texturizada puedes preparar deliciosas hamburguesas o albóndigas, con garbanzos un estupendo falafel y con tofu unos buenísimos nuggets.
- Para desayunar puedes prepararte un bol con fruta fresca o desecada y añadirle cereales, semillas de chía, de girasol… Es un aporte de energía y nutrientes increíble.
- Para sustituir la leche de vaca tienes muchísimas opciones de bebidas vegetales, como la de almendras, la de arroz, la de avena, la de avellana o la de soja.
Hay alimentos que se pueden adaptar al veganismo con una simple sustitución de ingredientes.
- El queso: No es necesario que te despidas del queso. Sin duda, uno de los mitos del veganismo es: “¡qué difícil es dejar de comer queso y yogur!”. ¿Eres un adicto a los lácteos? Pues opta por el queso vegano, los hay que dan mucho el pego.
- El Hot Dog: ¿Sabías que puedes preparar un delicioso hot dog vegano? Con frijoles machacados, champiñones troceados pequeños, cebolla, pimentón y ajo en polvo, sal, amaranto natural y harina de avena, prepara una masa compacta. Dale forma a tus hot dogs y fríelos.
Muchas culturas tienen una extensa tradición culinaria a base de plantas. Ser vegano no es perder buenas experiencias de comida, solo se trata de aprender nuevos hábitos y encontrar nuevas recetas favoritas. Al final, solo hay que abrir la mente y cambiar de hábitos, ¡la gastronomía vegana te encandilará!