El placer de salir a buscar setas
El otoño es la estación ideal para salir a coger setas aunque, dependiendo de las lluvias, en algunas zonas de España ya pueden cogerse algunas especies desde marzo y prolongarse durante el invierno si las condiciones de humedad y temperatura son favorables para su aparición.
En cada estación del año abundan unas determinadas especies. Las setas comestibles más habituales de encontrar en otoño son el boletus edulis, también conocido como seta de calabaza o ceps, en catalán; el níscalo o rovellón, muy apreciado gastronómicamente en nuestro país; la seta de cardo, habitual en las zonas de paso cercanas a las vías de comunicación; o la capuchina.
Qué necesitas
Ir a buscar setas es una actividad placentera para la que no se requiere mucho material más allá de la ropa adecuada para ir al bosque, un cuchillo o navaja para cortar la seta por el pie –nunca arrancarla ni remover la tierra con un rastrillo- y una cesta de mimbre –nunca una bolsa- para que vayan cayendo las esporas de las setas mientras vamos caminando y se sigan reproduciendo en el bosque.
La humedad y la temperatura influyen en la aparición de las setas en determinados puntos del bosque. El momento ideal para ir en su búsqueda es a las tres semanas de que haya llovido y, en función de la cantidad de lluvia y el frío que haga, aparecerán en zonas de sombra o soleadas.
Así, si ha llovido mucho y la temperatura es fría, brotarán en las zonas soleadas, mientras que si las lluvias no han sido copiosas deberás buscarlas por los lugares de sombra.
Existen centenares de especies de setas y su aparición está relacionada con un determinado entorno ya sea de hayas, encinas, pinos, claros de bosque o robles.
Actividad responsable
Salir a la montaña a coger setas requiere tomar una serie de medidas de prevención. Antes de salir de casa, debemos cargar el móvil, mirar la previsión meteorológica para elegir el material adecuado, planificar la ruta que haremos y comunicársela a nuestros familiares.
Una vez en el bosque, cuando encontremos alguna seta solo tenemos que coger aquellas especies que estemos seguros de que conocemos y son comestibles, para evitar coger alguna especie venenosa que pueda intoxicarnos como la Amanita Phalloides, la más conocida aunque no la única. A los buscadores de setas principiantes se les recomienda ir acompañado de algún experto que conozca las setas y que sepa dónde las podemos encontrar y cuáles son comestibles.
Las setas deben cogerse y analizarlas de una y una, y nunca recolectarlas en grupo, ya que en un mismo lugar puede haber diferentes especies y no todas comestibles. Aunque veamos muchas, solo debemos coger la cantidad que pensemos consumir.
Si encontramos alguna especie que nos llame la atención y queramos estudiarla con algún experto en micología, hay que ponerla en una caja aparte de las que nos queramos comer.
La mejor recompensa de salir a buscar setas, además de haber vivido una gran experiencia en plena naturaleza, es un buen guiso con este alimento sano cuando lleguemos a casa. Aquí te dejamos algunas recetas.
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